La grave intoxicación por la procesionaria del pino.

Es una grave intoxicación que todos debemos conocer, para poder evitar las importantes secuelas que pueden permanecer durante el resto de vida de nuestra mascota.

Es una grave intoxicación que todos debemos conocer para poder evitar las importantes secuelas que pueden permanecer durante el resto de vida de nuestra mascota. Afecta con mucha más frecuencia a perros; a los gatos es mucho más difícil porque son más cautos, aunque no es imposible que también puedan verse afectados.

¿QUE ES LA PROCESIONARIA Y CUANDO APARECE?

La procesionaria del pino, es un lepidóptero, siendo la causante de la plaga más importante de los pinares del mediterráneo. Es una oruga que vive en nidos construidos en los árboles, preferentemente pinos, pero también se pueden alojar en cedros y abetos. En verano aparecen las mariposas, apareándose y poniendo los huevos en los árboles. Nacen a los 30-40 días de la puesta, así que, entre mediados de septiembre y mediados de Octubre las orugas se dedican a construir sus nidos, que son bolsas de seda, en las cuales se refugian para pasar el frío del invierno. Al final del invierno o ya en primavera (desde febrero hasta principios de abril), las orugas bajan de los árboles y lo hacen formando una fila, caminando “en procesión”, de ahí el nombre de “procesionaria”, para enterrarse bajo tierra y convertirse en crisálidas. De estas crisálidas surgen en verano las mariposas, que se aparearán y se vuelve a repetir el ciclo.

PELIGRO DE LA PROCESIONARIA PARA NUESTRAS MASCOTAS

Estas orugas están cubiertas por unos pelillos muy urticantes, que se dispersan por el aire, produciendo irritación de ojos, piel y mucosas. Sabemos que nuestra mascota es muy curiosa, siendo cualquier cosa que vea en movimiento una gran diversión, así que inevitablemente ante un pequeño descuido nuestro se acercará para descubrir que es…ahí llega la gran amenaza. Al olerlas o lamerlas, la oruga desprende de los miles de pelillos que la recubren una toxina llamadataumatopenia, siendo esta, una haloproteína que provoca la liberación de histamina, produciendo una potente reacción inflamatoria prolongada por la permanencia de los pelos que se quedan clavados en la zona mucocutánea.

Los síntomas más comunes que nuestra mascota presentará en caso de haber estado encontacto con la procesionaria son: nerviosismo, hipersalivación (salivación excesiva), importante inflamación de la lengua (glositis), de los labios (queilítis), mucho dolor, vómitos. En casos más graves, también se ve afectada la faringe, la laringe y el estómago, en caso de que haya ingerido la oruga. La evolución va a depender de la rapidez con que se traten todas las zonas afectadas, y la aplicación del tratamiento. Normalmente, las zonas afectadas que han estado en contacto directo con la oruga, se oscurecen, y parte del tejido se necrosa, perdiendo esa zona.

¿QUE HAGO SI MI PERRO HUELE O LAME LA PROCESIONARIA?

Si esto ocurre, debemos actuar con la mayor rapidez posible, porque nos encontramos ante una urgencia grave. Es fundamental llevar a nuestra mascota al veterinario lo antes posible, y si antes podemos lavar muy bien toda la zona con agua caliente, ayudaremos a eliminar parte de la toxina. El tratamiento de choque que en la mayoría de los casos aplicará el veterinario, es por supuesto el lavado intenso de la zona, corticoides, analgésicos para calmarle el dolor y antibióticos.

PREVENCIÓN

Evitar durante los meses de riesgo (de febrero a abril) pasear por cualquier zona o parques donde haya pinos. Si tenemos en nuestra casa pinos, tratarlos, y si viéramos algún nido, cortarlo y quemarlo, para evitar que se formen las orugas y bajen en procesión.

Es una intoxicación grave, que con un poco de cuidado y precaución se puede evitar. Ahora estamos en época de procesionarias, así que ¡MUCHO CUIDADO! por dónde paseamos a nuestras mascotas, y si viéramos algún síntoma de los que hemos visto, no lo piensen dos veces y acudan al veterinario lo antes posible para poner tratamiento cuanto antes. “Más vale prevenir que curar”.

Autor: Leonor Gómez

Leonor Gómez es auxiliar de veterinaria y secretaria personal del Dr. Domingo García. Hospital Veterinario JG Mutxamel-Alicante-España. www.vetjg.com

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