La reconquista de las ardillas rojas.

En algunos sitios hace más de 40 años que no tenemos noticias del avistamiento de ardillas, sin embargo a día de hoy muchos de ellos están siendo escenario de nuevos asentamientos.

Las ardillas rojas formaban parte del ecosistema mediterráneo en la zona del interior y del litoral alicantino y murciano hace unos 40-50 años pero fueron desapareciendo de forma paulatina de la mayoría de esos enclaves. Desde hace unos pocos años y gracias, en parte, a las medidas de protección que se han ido tomando a favor de la especie se constata un incremento en el número de sus efectivos y una mayor expansión de los mismos. Las medidas preventivas contra incendios y el abandono de fincas agrícolas ocupadas rápidamente por pinos carrascos ha propiciado en gran medida este avance. El descenso de predadores naturales, que han estado escaseando, les ha dado el último empujón para subir de número.

Así, se han realizado avistamientos en prácticamente todas las localidades alicantinas en los últimos años  y como ocurre también en otras zonas de Murcia  han pasado de zonas boscosas a zonas rurales y de ahí a zonas urbanas arboladas. Se ven en jardines poblados por pinos y en urbanizaciones con arbolado de coníferas. En las zonas rurales se aprovechan de los cultivos de almendros medio abandonados y de bellotas además de los piñones que encuentran. En las zonas urbanas aprovechan también restos de meriendas olvidadas. En estas zonas interurbanas los zorros y los gatos asilvestrados se encargan de controlar su número.

Es cierto que pueden depredar sobre nidadas de pájaros en árboles y suelo pero este hecho forma parte de su comportamiento, siempre lo han hecho y un bosque mediterráneo puede soportarlo. Además el aumento de ardillas rojas hará que Cárabos, Buhos reales, Garduñas, Jinetas y Gatos monteses suban su número. No hay que olvidar tampoco que las ardillas rojas son una importante fuente repobladora de bosques pues esconden muchas semillas que después no recuperan provocando que surjan nuevos arboles cada primavera.

En Murcia se han ido extendiendo desde las Sierras de Espuña y María hacia pinares del Noroeste y también ha habido una importante expansión en la zona del altiplano, encontrándose piñas mordidas por las ardillas incluso en pinos aislados de los campos de Jumilla y Yecla.

En la primera década del siglo XXI se realizó un proyecto experimental de introducción de ejemplares de Ardilla roja en zonas de Gandía y limítrofes que a día de hoy mantienen poblaciones saludables.  Asimismo, recientemente se han podido observar ejemplares de ardillas en las montañas de L’Alcoià y El Comtat.