Artrosis en perros y gatos.

La artrosis acompaña a un gran número de mascotas en edad avanzada y saber reconocerla es bueno para poder ayudarles.

La artrosis es una enfermedad muy frecuente en los perros y cada vez más se diagnostica en gatos, que durante muchos años han sido dejados de lado pensando que no sufrían tanto de artrosis simplemente por su carácter tranquilo.

Aparece primariamente debida al envejecimiento propio de las articulaciones óseas y secundariamente a una lesión en dicha articulación o a una malformación de nacimiento. Es una afección dolorosa que limita el movimiento de los animales y que puede afectar a varias articulaciones al mismo tiempo.
Los síntomas más evidentes que podemos encontrar son; cojeras al levantarse después de descansar y que disminuyen conforme entra en calor el animal, se denominan cojeras en frío; dolor al manipular las articulaciones afectadas; ralentización de los movimiento y limitación en los mismos hasta llegar a anquilosar y bloquear el movimiento completamente; conforme aumenta el dolor el animal limita el uso de esa articulación y consiguientemente la masa muscular de esa zona se ve afectada atrofiándose por su escaso uso; la zona de la articulación aumenta de tamaño debido a la inflamación crónica.

La superficie articular está cubierta por cartílago, el cual amortigua los movimientos e impide que los huesos se rocen y se desgasten por la fricción que ocasiona el movimiento de la articulación. Con la artrosis se destruye ese cartílago y prolifera en su lugar hueso anormal en los bordes de la superficie articular. Las articulaciones así afectadas ya hemos dicho que pierden elasticidad, sufren dolor e impiden el correcto movimiento del animal.
Las prolongaciones óseas se llaman «osteofitos» en las articulaciones de los huesos largos y «picos de loro» en la columna vertebral, su nombre radica en la similitud que tienen con el pico de dichas aves.

La obesidad es una factor importante a la hora de desencadenar y favorecer la aparición de artrosis de tipo secundario. El sobrepeso hace que las articulaciones se deterioren con facilidad. Es conveniente por tanto que en aquellos perros que sufran de artrosis se limite la ingesta de calorías.
No es bueno el ejercicio excesivo pero tampoco el que sean sedentarios, en cada caso conviene estudiar cual es la pauta de paseo más adecuado para cada animal para evitar el anquilosamiento.
La ingesta de protectores de los cartílagos estará indicado en la mayoría de casos para evitar la degeneración más rápida del cartílago articular.
El tratamiento con antinflamatorios deberá estar supervisado, en cualquier caso, por un veterinario competente pues su ingesta puede influir en otros procesos del organismo.

La artrosis

La artrosis es un proceso degenerativo que es importante prevenir.

La artrosis es un proceso degenerativo articular, que provoca en nuestra mascota dolor, cojeras, y problemas al moverse. Aparece por que se desgasta el cartílago articular y del hueso; el cartílago recubre los huesos en la zona de las articulaciones y hace de amortiguador, al desgastarse este cartílago aparece la artrosis. Se caracteriza por una destrucción progresiva de este cartílago y por una proliferación ósea anormal en el borde de las superficies articulares conocido como osteofito, también llamados ‘picos de loro’ cuando están ubicados en la columna vertebral. Las articulaciones afectadas pierden elasticidad, provocan dolor e impiden que el animal se mueva con normalidad. Es más frecuente en animales geriátricos, pero también puede aparecer en animales más jóvenes. Suele aparecer por diversas causas: por infecciones, por traumatismos leves y repetidos (atropellos, mordeduras, fracturas), enfermedades del sistema inmune, por enfermedades del desarrollo; la evolución de la displasia de cadera o codo, o la rotura del ligamento cruzado de rodilla pueden evolucionar también a artrosis si no se manejan correctamente. Es una enfermedad frecuente en los perros.

Cuales son sus síntomas?:

– Dolor al manipular la articulación.

– Manifiesta una cojera que aparece cuando nuestra mascota está en «frío» (quieta), y al activarse mejora, aunque también puede manifestar cojera persistente.

– Dolor al moverse, por lo tanto deja de correr, por supuesto deja de saltar, se vuelve más irascible, se queja por dolor, etc.

– Es posible que aparezca inflamación en la zona articular afectada.

– Puede notarse «crepitación» cuando manipulamos la articulación (ruido que produce la articulación cuando rozan los huesos).

Que podemos hacer?: ante todo mentalizarnos que hay que cambiar el ritmo de vida de nuestra mascota, limitando en cierta medida la actividad para ralentizar el desgaste de las articulaciones, debemos darle sus paseos diarios como siempre, pero sin forzarlo. Controlar su peso, la obesidad es un gran enemigo de la artrosis ya que cuanto más sobrepeso sufra nuestra mascota, más carga tienen que soportar sus huesos y cartilagos. Ofrecerle una cama lo más confortable posible, acolchada y  caliente. Existe en el mercado comida específica para fortalecer las articulaciones.

La prevención es el mejor tratamiento para esta enfermedad articular degenerativa. Como en muchos casos es difícil saber la causa, es difícil prevenirla, pero sí que podemos seguir algunas pautas generales durante el resto de su vida, que ayudarán y serán muy beneficiosas para mitigar el proceso. Una correcta alimentación cuando es cachorro es fundamental para que de adulto tenga mejor calidad de vida; de cachorro ¡ojo con el ejercicio!, debe hacer, pero con moderación, por lo menos hasta que esté bien formado, sobretodo en razas grandes.

Tratamientos: El tratamiento siempre será pautado por un veterinario; consiste en disminuir los síntomas lo máximo que se pueda, con antiinflamatorios y analgesicos, dependiendo del grado de afectación de la artrosis. En los casos más avanzados, sería recomendable tratamiento quirúrgico. Es muy beneficioso administrar condroprotectores a lo largo de su vida para fortalecer los cartílagos, y reducir los síntomas.

Como ya hemos visto, es una enfermedad que aunque no se puede curar, se puede hacer mucho para reducir el dolor, y mejorar la calidad de vida de nuestra mascota.