Peligros para nuestro perro en la playa

El debate no es si perros permitidos en la playa o no, hay quien argumenta razones para una cosa u otra…pero no somos conscientes de los peligros de ir por ellas.

He leido por ahí algunas playas en las que se permite el baño y acceso a los perros, entre ellas Cala de Aiguaoliva (Vinaroz), L’Ahuir ( Gandia), Los Castillejos (Barbate). Playa de Bon Caponet (Ametlla de Mar) que nos pillan un poco lejos, sin embargo aquí parece que tenemos disponible la playa Punta El Riu, al final de la playa de San Juan, hacia Campello, en que se permite el acceso de canes todo el año.

Pasear con nuestro perro, disfutar el verlos correr por la arena o darse un baño o jugar con ellos, en otras playas nos arriesgamos a una multa que puede llegar a los 600 Euros.

Tumbarte en la arena o andar por la playa y encontrarte o pisar un pastelito canino no le es grato a nadie, aparte de los riesgos sanitarios que conlleva el que nuestros niños jueguen en arena contaminada por excrementos de perro..como tampoco lo es encontrarte residuos de nuestro mundo de consumo: colillas, plásticos, cristales, latas, alquitrán…además de algas, medusas y otros restos marinos, y saber que la ingestión de agua marina es muy peligrosa para el perro por la alta concentración de sal que contiene.

Pero es ahí donde voy, el perro puede tener acceso e ingerir sobre todo anzuelos camuflados en restos de pescado o cebos de pesca, muchas veces desapercibidos por sus propietarios o bien tiran inconscientemente del hilo que pudiera llevar colgando, cosa que provoca que el anzuelo se clave y complique las posibilidades de sacarlo.

En los últimos años hemos tenido la casuística de más de 30 animales a los que hemos tenido que extraer anzuelos y otros objetos ingeridos en las playas, entre ellos alguna que otra gaviota a la que asistimos y sacamos el anzuelo de su buche, desinteresadamente.  El  diagnóstico es fácil  porque su dueño ha visto como el perro se comió algo y a continuación le colgaba el hilo de pesca y la confirmación es siempre mediante una radiografía para saber su localización.

La rapidez en la actuación permite la extracción con una endoscopia por vía bucal y esofágica, siendo necesaria la extracción quirúrgica cuando ya ha pasado del estómago o está bien clavado en las paredes de estómago, esófago o faringe.

En próximos artículos hablaremos de las fobias al agua ( ¿ sabías que sólo al 10% de los perros les gusta el agua ?, de los gatos no hablemos, muy pocos…. ¿ Qué razón les hace tener esa fobia cuando el resto se lo pasa divinamente en el agua ?