Esta enfermedad genética presente en casi el 10 % de nuestros gatos, del que al principio se desconocía la causa y se empezó a ver en los gatos de raza persa, puede dar lugar a la aparición de fallo renal y muerte si no se le diagnostica y trata a tiempo.
Con la presencia desde antes del nacimiento en estos gatitos de uno a múltiples quistes, que se llenan de líquido u orina, acaban invadiendo y destruyendo sus riñones.
El diagnóstico los realizamos con una simple y económica ecografía a todos los gatitos que se chequean o se sospeche en las primeras visitas o en el momento de las vacunaciones sin esperar a que aparezcan los primeros síntomas…pérdida de peso o del apetito, vómitos, aumento o disminución en la cantidad de agua bebida o de orina en la micción, apatía….
Una vez diagnósticado aconsejamos un tratamiento dietético y de mantenimiento, así como controles periódicos, aumentando con ello la esperanza y calidad de vida de nuestros gatos.
En caso de querer ampliar y conocer más de este tema puede linkar aquí,en nuestro blog para veterinarios.