Al igual que los conejos están haciéndose un hueco en los hogares como animales de compañía, las gallinas pretenden seguir sus pasos. En algunos países como Australia ya se están implantando. En otros, como España, aún tenemos que desligarlas de la etiqueta de animales de granja para introducirlas como animales domésticos.
Las gallinas siempre se han tenido como una ayuda para la economía familiar pues facilitan huevos de una manera más o menos constante. En zonas rurales o en aquellas casas con capacidad para tener un pequeño gallinero siempre ha sido una opción a tener en cuenta. Pues si bien les gusta rebuscar gusanos en la tierra y continuamente la escarban y sus deposiciones son líquidas y necesitan de limpiezas profundas en contrapartidas la satisfacción de tener huevos caseros es inenarrable.
Ahora, en Australia se están empezando a implantar la instalación de pequeños gallineros para la cría en el jardín de algunas gallinas ponedoras de razas pequeñas que además de resultar excelentes compañeras si les das un trato familiar, llegando a comer de la mano de los dueños y siguiéndoles como perritos falderos cuando pasean con ellas por el patio, surten de huevos caseros y frescos a sus dueños.
En la ciudad de Brisbane, en Australia, se lleva a cabo una singular campaña para la adopción de gallinas de batería, estas gallinas son aquellas que han estado produciendo huevos de forma intensiva en baterías de jaulas y que son desechadas a la edad en que su producción desciende. Esta organización busca colocarlas en hogares, antes de que vayan a ser sacrificadas. En estos hogares las gallinas seguirán deleitando a sus nuevos dueños con huevos obtenidos de una manera mucho más distendida y tranquila.