INTOXICACION POR ANTICONGELANTE EN EL PERRO Y EL GATO

Los anticongelantes son productos químicos, derivados de alcoholes y muy utilizados para refrigerar los automóviles. Los anticongelantes disminuyen el punto de congelación del líquido de refrigeración para que permanezcan en estado líquido aunque las temperaturas exteriores sean muy bajas. Muchos anticongelantes contienen cantidades variables de etilenglicol en su fórmula.

El etilenglicol es un alcohol muy tóxico para las personas y las mascotas. Generalmente, se comercializan con colorantes que le aportan un color muy intenso para evitar la ingestión accidental por parte de las personas. Sin embargo, nuestras mascotas no entienden de colores, y los anticongelantes tienen un sabor ligeramente dulce y muy agradable para ellos, intoxicándose al ingerirlo.

La ingesta de una pequeña cantidad de anticongelante que contenga etilenglicol puede causar la muerte del animal en pocos días a causa de un fallo renal agudo. Los síntomas que se presentan con mayor frecuencia son vómitos, sed intensa, taquicardia y andan “como borrachos”. A veces presentan convulsiones. Estos síntomas no son exclusivos de la intoxicación por etilenglicol y pueden aparecer en otras intoxicaciones, o incluso en otras enfermedades, por lo que es de gran importancia que comunique a su veterinario si sospecha que haya podido ingerir un anticongelante u otro producto tóxico. El veterinario requerirá realizarle un análisis de sangre y de orina para evaluar el estado de los riñones y establecer un diagnóstico. Es aconsejable que lleve el producto tóxico a su veterinario, o le informe exactamente de que producto se trata.

Si sabe, o sospecha que su mascota ha tenido acceso al tóxico, o cree que ha podido ingerirlo acuda urgentemente a su veterinario. Si acude dentro de las 2 horas tras su posible ingestión, el veterinario le provocará el vómito para evitar que el tóxico acceda a la sangre, o tal vez juzgue necesario practicarle un lavado de estómago, o administrar carbón activado para evitar la absorción del tóxico. Si acude mas tarde, éstas medidas pueden no ser suficientes y sea necesario el ingreso para aplicarle un tratamiento específico. Es de vital importancia que reciba tratamiento antes de la aparición del fallo renal (el veterinario lo evalúa en base a los resultados de la analítica) ya que una vez se ha desarrollado el fallo renal, el pronóstico es malo y es muy difícil revertir la situación.

La recomendación general es evitar que su mascota acceda al tóxico. Aleje el producto de los niños y mascotas. Si cambia el anticongelante de su coche tenga especial cuidado con las gotas que puedan derramarse al suelo. Limpie las gotas del suelo, o añada un cubo de agua para diluir el producto. Por último tenga vigilada a su mascota si acude con ella a un taller mecánico, o sus proximidades. Un remedio a tiempo puede evitar futuras desgracias.

Los 10 parámetros más importantes en un análisis de sangre de perros y gatos

Los datos obtenidos a partir de un análisis de sangre son de gran ayuda para el diagnóstico de muchas enfermedades en nuestras mascotas. A continuación se muestra un listado con algunos parámetros sanguíneos que los veterinarios empleamos con frecuencia para la evaluación de diferentes órganos como los riñones, hígado y páncreas; o incluso la determinación de enfermedades infecciosas o parasitarias a partir de una muestra de sangre.

1 – Hemograma: Nos permite evaluar la presencia de anemia o de inflamaciones, además de otros datos relacionados con la concentración y forma de las células de la sangre.

2 – Transaminasas: Las transaminasas principales son la ALT y la AST y nos dan una idea de la integridad del hígado. Cuando las mascotas ingieren ciertos tóxicos, o tienen ciertas enfermedades hepáticas, éstos parámetros suelen estar muy elevados.

3 – Fosfatasa alcalina: Cuando la fosfatasa alcalina (ALKP) está elevada nos puede indicar un problema en el flujo normal de la bilis en el hígado, aunque también puede aumentar en algunos problemas endocrinos o de origen óseo.

4 – Urea y Creatinina: La urea (también denominada BUN) y la creatinina son elementos de deshecho del metabolismo, y su aumento en la sangre nos orienta sobre la función de los riñones.

5 – Proteínas plasmáticas: En el plasma sanguíneo (la fracción líquida de la sangre) existe un gran número de proteínas diferentes. En los análisis rutinarios medimos la cantidad total de proteínas en la sangre (PT) y la albúmina (ALB), que es una proteína muy abundante en la sangre. La diferencia entre ambas nos da el valor de globulinas (GLOB). La mayoría de las globulinas son anticuerpos, por lo que cuando están aumentadas pensamos fundamentalmente en una infección.

6 – Glucosa: La glucosa nos puede indicar muchas cosas. Cuando está por debajo de los niveles normales puede ser porque el análisis no se ha realizado inmediatamente tras la extracción de la sangre, o por una enfermedad como una infección grave o un tumor. Los perros jóvenes de razas toy suelen tener a menudo la glucosa un poco por debajo de lo normal. Si la glucosa está muy alta puede ser debido, al igual que en las personas, a un problema de diabetes.

7 – Lipasa: La lipasa (LIPA) nos indica el estado del páncreas. Si está elevada puede tratarse de una pancreatitis; un problema que suele causar vómitos, dolor abdominal y deshidratación en los perros.

8 – Leishmania: La leishmaniosis, o también llamada “enfermedad del mosquito”, es un problema que puede ser muy grave, o incluso mortal si no se trata a tiempo. Además, con frecuencia pasa desapercibida para los propietarios de los perros, o incluso para los veterinarios; por lo que es muy recomendable realizar revisiones periódicas realizando un simple análisis de sangre para detectarla a tiempo. Recientemente ha aparecido en el mercado una vacuna para la leishmania que según todos los estudios realizados disminuye el riesgo de contraer la enfermedad. Puede aplicarse a los perros de más de 6 meses de edad, siempre y cuando sean negativos para el test de leishmania que debe realizarse previamente.

9 – Ehrlichia: La Ehrlichia es una bacteria que se transmite por las garrapatas y que ocasiona fiebre, debilidad, sangrados nasales y otros síntomas. El problema es que puede hacerse crónico si no se detecta a tiempo, por lo que se recomienda realizar un análisis de sangre para diagnosticarlo. No existe vacuna para ésta enfermedad.

10 – Leucemia o SIDA felinos: Estas 2 enfermedades infecciosas son las más temidas para los amantes de los gatos. Se transmiten por el contacto directo con otros gatos infectados, o mediante el empleo de utensilios como comederos o bebederos. Se pueden diagnosticar fácilmente con un análisis de sangre. Para la leucemia felina disponemos de una vacuna recomendable sobretodo para gatos de vida semilibre, o que estén en contacto con otros gatos. El SIDA felino es una enfermedad similar al SIDA humano, aunque no se transmite a las personas.

Toxoplasmosis: Falsos mitos y realidad

La toxoplasmosis está producida por un parásito microscópico llamado Toxoplasma gondii.

La toxoplasmosis es una enfermedad que suscita un interés creciente en nuestra sociedad. Son muchos los clientes que acuden a nuestro hospital preocupados por la posible transmisión de la enfermedad. La toxoplasmosis se define como una zoonosis, es decir, es una enfermedad que comparten los animales y la especie humana; por lo tanto, es susceptible de ser transmitida de los animales al hombre. Con éste artículo pretendo romper con algunos falsos mitos creados en torno a esta enfermedad y aportar algunas medidas de prevención e higiene adecuadas para evitar la transmisión de la enfermedad al hombre.

La toxoplasmosis está producida por un parásito microscópico llamado Toxoplasma gondii. Los gatos y otras especies felinas son los hospedadores definitivos, es decir, el parásito desarrolla su ciclo completo (fase sexual) en el gato. Sin embargo, la infección puede desarrollarse en numerosas especies animales, incluido el hombre. En el hombre, la mayoría de los casos de infección son asintomáticos, no produciendo enfermedad, aunque en una de cada 10 personas se manifiestan signos leves y de corta duración que pueden ser similares a una gripe, razón por la cual puede pasar desapercibida si no se realizan unos exámenes clínicos específicos. Las personas, cuando han sido infectadas desarrollan inmunidad, por lo que una nueva infección no ocasiona enfermedad ninguna.

El gato y otras especies felinas son los únicos animales que eliminan con las heces las formas infectantes del parásito. El gato infectado eliminará el parásito durante 3 semanas o un mes aproximadamente, aunque el parásito no es infectante hasta que han transcurrido unas 24-48 horas tras su eliminación con las heces. Bajo condiciones ambientales adecuadas, al parásito se conserva viable durante muchos meses e incluso años, contaminando la tierra, el agua y los vegetales. Otros animales, como cerdos, rumiantes y aves se infectan al ingerir verduras, frutas o semillas contaminadas. Una vez ingeridos, los parásitos se depositan en el músculo en forma de quistes microscópicos. El hombre adquiere la infección al ingerir carne, agua o verduras infectadas. Según algunos estudios se considera que cerca de la mitad de la población mundial ha sido infectado con el Toxoplasma en algún momento de su vida.

El mayor riesgo de padecer problemas está en las mujeres embarazadas, ya que el parásito puede atravesar la placenta e infectar el feto, causando abortos o malformaciones congénitas que incluso pueden desarrollarse varios años tras el nacimiento. Si la mujer se ha infectado antes de los 6 meses de quedar embarazada, no hay riesgo de enfermedad para la madre, ni de infección para el feto ya que se desarrollan anticuerpos que confieren inmunidad. Si la primoinfección se produce en la madre poco antes de quedar gestante o durante el embarazo, el riesgo para el feto es mucho mayor. Con un simple análisis de sangre es posible conocer si la madre ya ha estado expuesta al parásito y si la infección se ha producido recientemente. En éste último caso, su médico le facilitará un medicamento que permitirá reducir en gran medida el riesgo de infección en el feto. Si está usted embarazada, o planea estarlo, consúltelo con su médico.

Otro grupo de riesgo importante los constituyen las personas inmunodeprimidas (pacientes con SIDA, o en tratamiento con ciertos medicamentos como corticoides o quimioterápicos). En éstos casos, la infección puede evolucionar a una forma grave de la enfermedad.

RECOMENDACIONES Y MEDIDAS DE HIGIENE ADECUADAS PARA EVITAR LA INFECCION POR TOXOPLASMA

Estas recomendaciones son válidas para la población en general y para las mujeres embarazadas o pacientes inmunodeprimidos en particular.

  • Utilizar guantes cuando se manejen carnes crudas. Lavarse las manos y los instrumentos utilizados con agua y jabón tras la manipulación de productos cárnicos. El proceso de congelación durante 3-5 días o cocinar las carnes y verduras por encima de los 66º C destruyen completamente los parásitos.
  • Lavar las verduras frescas antes de su consumo.
  • Hervir el agua si no procede de estructuras canalizadas.
  • Emplear guantes cuando realice trabajos de jardinería o trabaje con tierra. En la tierra, los parásitos pueden permanecer infectantes durante muchos meses.
  • No alimentar a los gatos con carnes crudas, ni permitir que cacen.
  • Es aconsejable limpiar diariamente el arenero de los gatos, sobretodo si éstos son de vida semilibre. Si está usted embarazada o es inmunodeprimido, permita que ésta labor la realice otra persona.
Para concluir, es importante señalar que desde un punto de vista epidemiológico o estadístico, la gran mayoría de las infecciones en el hombre no están asociadas de forma directa a los gatos, por lo que convivir con éstas mascotas no constituye un aumento significativo del riesgo de infección, sobretodo cuando no tienen relación con el exterior de la vivienda, y son alimentados exclusivamente con piensos comerciales o comida casera bien cocinada. Sin duda, el mayor riesgo de infección en países desarrollados es la manipulación de carnes crudas, la ingestión de carnes y verduras escasamente cocinadas y la falta de medidas higiénicas adecuadas al manipular tierra o realizar trabajos de jardinería.