El baño de arena de las Chinchillas.

Es todo un ritual el baño matutino de las Chinchillas. Ayuda a mantener su pelaje en óptimas condiciones.

El hábitat natural de las chinchillas es árido, seco y con grandes contrastes de temperatura entre el día y la noche, hablamos de los Andes. La evolución las ha llevado, como a las demás especies, a adaptarse a su entorno. El darse baños de arena (en su hábitat natural de origen volcánico) ayuda a mantener la piel y el pelo en las mejores condiciones al retirar la humedad y el exceso de grasa de los pelos impidiendo que se apelmacen, que estén sueltos y que así puedan albergar una capa de aire aislante.

Una chinchilla normalmente nunca se baña con agua. Los baños de arena son suficientes para mantenerla con buen aspecto. Normalmente se suelen realizar al despertar (son nocturnas, aunque en cautividad alteran su comportamiento)  y por un periodo de tiempo que ronda los 10-20 minutos, tras los cuales se retira la arena limpiándola de restos de pelos y otras posibles suciedades con el fin de reutilizarla. Un exceso de baños podría volver la piel seca y el dejarles el contenedor siempre disponible provocará que las chinchillas pasen el día en él. Comerán, defecarán, orinarán en el arenero y el efecto limpieza se tornará efecto suciedad. En cualquier caso cada chinchilla nos dirá cómo debemos actuar en cada caso e igual la nuestra es muy ordenada y sólo va al arenero a darse un baño.

En cuanto a la composición de la arena podemos hablar principalmente de tres tipos:

Sepiolita: mineral de origen volcánico, es menos densa que el agua y tiene gran poder de absorción.

Atapulguita: arcilla de alto poder de absorción.

Marmolina: polvo de mármol mezclado con polímeros que le confieren  resistencia a la humedad.

A cada chinchilla y a cada dueño les resultará más ventajosa o mejor una u otra, en cualquier caso debe ser una arena con la menor cantidad de polvo en suspensión y que de reutilizarse deberá librarse de toda suciedad mediante su paso por una criba, así quitaremos pelos, heces y bolas apelmazadas producidas por algún pis ocasional de las mascotas.

El recipiente para colocar la arena debera ser suficientemente grande como para que se puedan «rebozar» en la arena y un consejo suplementario, aseguraos que sea lo suficientemente alto para que no hagan saltar toda la arena de él.