Max, un joven galgo, que desde muy pequeño ha conocido el abandono, y el dolor… vino a JG gracias a Galgos 112 por un problema en su extremidad anterior y el cirujano tuvo que amputarle la pata… pero aquí lo veis después de 2 meses y medio… es increíble la evolución tan impresionante que ha tenido!…con sus 3 patitas, corre…salta…y está feliz!. Aún está en casa de acogida esperando una familia que lo quiera adoptar y darle todo el cariño que se merece este pequeño.
En las fotos aparece con sus «2 mamas» que lo ha tenido cada una en sus casas de acogida durante este tiempo ayudandole a recuperarse.