Plan de higiene corporal (parte 2 de 2)

5- BOCA: lave semanalmente con un cepillo los dientes de su perro, sobre todo si lo alimenta con comida blanda, evitando así el depósito de sarro, que cuando está presente, el veterinario limpiará en la consulta con ultrasonidos. Más cómodo que el cepillo es el uso frecuente de las tabletas anti-sarro .  No permita que su perro tenga sarro continuado, ya que pueden producirse gingivitis y graves infecciones de la boca, relacionadas con problemas en su corazón (endocarditis). Cepille el pelo circundante a la boca para que no esté siempre humedecido con saliva, ya que puede ser fuente del mal olor.
6- UÑAS: recórtele las uñas mensualmente, ya que a veces se producen deformaciones en los dedos.  Pida a su veterinario que le enseñe, ¡ es muy fácil !.
7- ALMOHADILLAS: si su perro pasea mucho por el asfalto o por el campo, es posible que necesite utilizar un líquido protector de sus almohadillas o pulpejos, que le protegerá contra la formación de úlceras.
8- GLÁNDULAS ANALES: se deben vaciar mensualmente, o más frecuentemente, dependiendo del perro.  ¿ no ha notado de vez en cuando que su perro arrastra el trasero ? ¡ Pídale a su veterinario que le enseñe a vaciarle las glándulas anales !
9- ANO: manténgalo siempre libre de pelos, y utilice toallitas para mantenerlo siempre limpio.
10- ABERTURAS SEXUALES: mantenga limpias y libres de pelo las aberturas sexuales (vulva o prepucio), diariamente, utilizando las mencionadas toallitas.  En el caso de las hembras, podremos utilizar slips mientras tengan el celo, para evitar manchas innecesarias en nuestra casa.

Si a pesar de todo lo anteriormente expuesto, su perro “sigue oliendo a perro”, lo más probable es que tenga un problema de mal nutrición en su piel, por lo que es conveniente que acuda el veterinario, el cuel le podrá aconsejar que le suministre de vez en cuando unas gotas de ácidos grasos esenciales en su dieta y algún champú anti-seborreas o hidratante. El uso de desodorantes, colonias y otros productos cosméticos no debe ser abusivo, ya que pueden alterar el color y brillo del pelo, además de que pueden alterar el olfato.
O sea, ya sabe, en vez de enmascarar el olor, tiene que prevenir su aparición mediante un mantenimiento higiénico de su mascota.

Autor: Juan Griñan

Juan Manuel Griñán es veterinario del Centro Veterinario JG desde 1988 y está especialmente formado en neurología, resonancia magnética, endoscopia, anestesia y cirugía, traumatología, y en medicina y cirugía de exóticos, en especial aves. contactar con Juan

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