La cesárea en nuestras mascotas.

Cada día se hacen más cesáreas programadas para evitar sorpresas a la hora del parto.

En la última semana de preñez, en el caso de perros y gatos, hay que seguir muy atentos la evolución de la futura madre.

Es buena idea hacerle una ecografía que nos dirá si se aprecia el latido de los cachorros y que todo evoluciona bien y una radiografía para  determinar el número de cachorros que van a nacer.  Con la información que obtengamos deberemos irnos preparando para la llegada de los bebés.  Si llegado el día del parto aparecen complicaciones; como la aparición de contracciones sin el nacimiento de ningún cachorro durante un período prolongado;  el que aparezca un cachorro en el canal pero no pueda salir por obstrucción o que la madre pierda fuerzas y no pueda expulsar a los cachorros deberemos tomar cartas en el asunto y pedir asistencia veterinaria. Si tras las prácticas habituales de obstetricia en estos casos se procederá a la realización de una cesárea.

Cuando la vida de la madre o de los cachorros está en peligro se tiende a realizar una cesárea de urgencias pues no hay mucho tiempo que perder. En muchas razas predispuestas a padecer problemas a la hora del parto como puede ser el Bulldog inglés o en aquellas hembras muy pequeñas que sólo llevan 1 o 2 cachorros pero que son grandes se tiende a realizar una cesárea programada para evitar problemas consecuentes al parto. En la cesárea los cachorros nacen a través de un incisión en el abdomen y el útero y no pasan por el canal del parto. Tras sacar a los cachorros del útero materno hay que activar su respiración frotándoles como haría su madre lamiéndoles. Suelen nacer un poco adormecidos por la anestesia que también les llega, por lo que se necesita de un equipo bien sincronizado que ayude en la realización de la cesárea.

Obviamente no sólo perros y gatos se aprovechan de las ventajas de esta cirugía . Los Conejos enanos son propensos a padecer este problema y Cobayas y Chinchillas también se benefician de ella.

La cesárea no es una práctica que se utilice sólo en mamíferos, los reptiles también pueden ser candidatos a una operación de este tipo para extraer los huevos que no pueden poner, en muchos casos por falta de calcio y así tortugas, iguanas y algunas  serpientes entran también a quirófano por esta causa.