En muchas especies la falta de calcio tiene consecuencias que en la mayoría de casos son fatales. Vamos a centrarnos en gatos y perros cuando son cachorros y vamos a ver qué ocurre cuando les falta calcio.
Es muy frecuente que cuando alguien adopta un gatito o un cachorro de perro no tenga comida adecuada para ellos y la primera noche prueben el jamón cocido o unos higaditos de pollo bien ricos. Suele pasar a continuación que esta alimentación es muy apetitosa y el cachorro en cuestión se niega a comer nada más si no es ese jamón cocido que tanto le ha gustado. Si se alimenta a un cachorro o gatito con una dieta tan poco variada en nutrientes lo normal es que empiecen los problemas pronto y en este caso así es. Las dietas bajas en calcio provocan una alteración hormonal que lleva a que el organismo consiga calcio de cualquier sitio y ese sitio son los huesos. Se produce entonces un aumento de calcio en sangre pese a tener una dieta pobre en calcio pero que proviene de la descalcificación de los huesos, sufrirán por tanto un proceso de osteoporosis haciéndolos blandos y quebradizos.
Estos gatitos y cachorros vienen a consulta con depresión, anorexia, dolor ante la manipulación, cojeras, debilidad y no es difícil que aparezcan fracturas y deformaciones óseas. En el caso de que las deformaciones óseas ocurran en las vértebras pueden aparecer lesiones neurológicas que dejen secuelas incluso una vez superada la enfermedad.
Estas secuelas pueden incluir alteraciones neurológicas, estreñimiento crónico, alteraciones en la micción e incluso en hembras futuros problemas a la hora de parir si ha habido deformaciones en la pelvis y en el canal del parto.
Si el cuadro es leve la resolución del problema es fácil y consiste en administrar una alimentación variada y bien equilibrada como puede ser un pienso de alta gama para cachorros.