Las Chinchillas son originarias de la región de la cordillera de los Andes en Sudamérica. Viven en zonas frías de arena volcánica y escasa vegetación donde aprovechan esa arena para darse baños que les ayudan a mantener su pelaje en óptimas condiciones de aislamiento. Gracias a su pelaje, que es uno de los mejores en cuanto a aislamiento del mundo animal con 20.000 pelos por centímetro cuadrado, soportan temperaturas muy bajas lo que les permite vivir hasta los 4.500 metros de altura. Al igual que soportan muy bien el frío en ambientes cálidos encuentran serias dificultades para mantener su actividad. Su temperatura ideal ronda los 20ºC y por encima de los 26ºC empiezan a decaer. Por encima de los 32ºC tienen serios problemas que pueden provocarles golpes de calor y la muerte.
Cuando un golpe de calor da comienzo y los dueños notan primeramente aletargamiento, seguido de respiración agitada y suelen estar tumbados, les cuesta incorporarse. Las mucosas y la piel de las orejas suelen estar muy congestionadas, es decir rojas, la saliva se espesa y puede incluso acontecer la aparición de diarreas con sangre en cuadros muy fuertes o intensos. Tras el choque viene el coma y finalmente la muerte.
Ante la sospecha de un golpe de calor hay que refrescarlas, principalmente con agua y acudir rápidamente a un veterinario.