Dermatitis acral en perros.

Este proceso nos puede servir de ayuda para darnos cuenta de si nuestra mascota tiene toda la atención que necesita.

Si bien esta dermatitis viene definida por un componente psicológico el término acral hace referencia a la fracción distal de un extremidad o pata, así, en términos estrictos haría referencia a una dermatitis ocurrida en la zona del carpo/tarso o mano/pie. En un sentido más amplio ha adquirido la definición de dermatitis por lamido debido a una alteración del comportamiento. Como la zona más fácil de lamer es esa precisamente será en esta zona donde más tiene lugar este tipo de dermatitis.

El origen, que da lugar a lamaerse por primera vez, puede ser muy diverso. Una picadura de insecto o un roce con una planta, el arañazo de un compañero en un juego o un raspón mientras cavan… etc. Si el perro se encuentra aburrido o aislado, no está bien sociabilizado o presenta algún trastorno del comportamiento que lo haga especialmente predispuesto a pasar horas lamiéndose una pata lo hará y provocará que esa zona no cicatrice bien. El hecho de lamerse provoca una irritación y en muchos casos una infección secundaria que provoca picor y que perpetúa el cuadro ya que cuanto más pique más se lamerá el perro y consecuentemente más picará después.

Aunque nos parezca que no es algo muy importante sí lo es y no tenemos más que imaginar que es el mismo proceso por el cual una vaca estabulada y que no tiene salida a un terreno despejado está todo el día lamiéndose cualquier zona de su cuerpo llegándose a producir úlceras importantes.