1.- Cuando son pequeñas podemos introducirlas en una trasportín de perro aunque después para las visitas al veterinario resultará más cómodo llevarlas guiadas con un collar o que haga las visitas a domicilio.
2.- En casa necesitará de una estancia o pesebre en el patio para que pueda estar estabulada durante el tiempo que no estemos con ella y así evitar que nos destroce el jardín.
3.- Como al resto de mascotas deberemos dedicarle un tiempo para pasearla y que salga de su pesebre para estirar las patas, es mejor que la vigilemos o que paseemos con ella para evitar que pueda sufrir accidentes, comer plantas indeseables o provocar algún pequeño destrozo.
4.- Suelen dedicar mucho tiempo a comer y rumiar por lo que estarán muy ocupadas durante bastante parte del día, no debiendo molestarlas cuando las vemos tranquilamente “masticando” pues necesitan de su tiempo para hacer bien la digestión. Una pequeña rocalla en una parte del jardín le permitirá entretenerse un poco, una escalera de madera abierta colocada cerca y un tronco que puedan ir poco a poco descortezando también le servirá como diversión.
5.- Soportan temperaturas altas pero necesitan de una zona de sombra. Si están en el exterior deberán estar protegidos de los elementos, temperaturas extremas y posibles depredadores, sobre todo si es una zona en el campo.
6.- Necesitarán un abrevadero con agua clara y fresca todos los días, aunque suelen aguantar bien con poca cantidad de agua.
7.- Su alimentación es estrictamente herbívora. Lo ideal es que tengan siempre heno y paja a su disposición en una reja especial para ellos en el pesebre y a diario le pondremos la cantidad de pienso que pueden comer. Un poco de verdura complementa la dieta ideal. No hay que olvidarse de los complementos minerales que necesitan.
8.- Como lecho podemos utilizar la propia paja e ir limpiando su zona de estancia cada pocos días.
9.- Deberá pasar revisión en el veterinario al menos una vez cada 3-4 meses para un examen físico, controlar vacunas, desparasitaciones, valorar los cuidados y resolver dudas que van apareciendo.
10.-Desde que lo tenemos en casa deberemos ir educándola, prohibiendo sitios donde no puede pasar y premiando actitudes adecuadas que faciliten la convivencia con la familia y el resto de mascotas de la casa. Son muy cotillas por lo que habrá que asegurarse bien las zonas donde no queremos que entren y hay que recordar que pueden abrir puertas fácilmente o comerse incluso plásticos.