Mucinosis cutánea.

La mucina es una sustancia que actúa como lubricante en la piel, su exceso puede conllevar algunos problemas estéticos.

Se define la mucinosis como un desorden de la piel caracterizado por la acumulación excesiva de mucina en la dermis; la mucina es una sustancia de naturaleza proteica y de efecto lubricante que protege las superficies corporales de la fricción o erosión. Se puede encontrar mucina también en la lágrima lubricando el ojo. Los perros que no presentan mucina en la lágrima son propensos a tener úlceras en los ojos. Su acumulación es rara en los perros, excepto en los Shar pei chinos.

La raza Shar pei está predispuesta a la forma primaria, ya que posee más mucina dérmica que otras razas, lo que causa el elevado número de pliegues cutáneos característico de esta raza.

Se puede manifestar de una forma más leve o grave en los pliegues cutáneos especialmente a nivel de la cabeza, vientre y porción distal de las extremidades. La piel afectada está hinchada y engrosada y no deja huella al presionarla. Pueden haber vesículas o ampollas claras que contengan mucina (líquido viscoso, pegajoso), la cual se libera solamente al ser exprimida  con los dedos. Volviendo la piel entonces a su apariencia normal.

La mayoría de las veces esta condición es sólo estética y se suele ir solucionando con la edad. Es posible, en cualquier caso que algunos animales requieran de un tratamiento temporal con corticoides que ayude a reducir la cantidad de mucina y/o a evitar o tratar posibles infecciones secundarias a la rotura de las vesículas o ampollas de mucina.

Artrosis en perros y gatos.

La artrosis acompaña a un gran número de mascotas en edad avanzada y saber reconocerla es bueno para poder ayudarles.

La artrosis es una enfermedad muy frecuente en los perros y cada vez más se diagnostica en gatos, que durante muchos años han sido dejados de lado pensando que no sufrían tanto de artrosis simplemente por su carácter tranquilo.

Aparece primariamente debida al envejecimiento propio de las articulaciones óseas y secundariamente a una lesión en dicha articulación o a una malformación de nacimiento. Es una afección dolorosa que limita el movimiento de los animales y que puede afectar a varias articulaciones al mismo tiempo.
Los síntomas más evidentes que podemos encontrar son; cojeras al levantarse después de descansar y que disminuyen conforme entra en calor el animal, se denominan cojeras en frío; dolor al manipular las articulaciones afectadas; ralentización de los movimiento y limitación en los mismos hasta llegar a anquilosar y bloquear el movimiento completamente; conforme aumenta el dolor el animal limita el uso de esa articulación y consiguientemente la masa muscular de esa zona se ve afectada atrofiándose por su escaso uso; la zona de la articulación aumenta de tamaño debido a la inflamación crónica.

La superficie articular está cubierta por cartílago, el cual amortigua los movimientos e impide que los huesos se rocen y se desgasten por la fricción que ocasiona el movimiento de la articulación. Con la artrosis se destruye ese cartílago y prolifera en su lugar hueso anormal en los bordes de la superficie articular. Las articulaciones así afectadas ya hemos dicho que pierden elasticidad, sufren dolor e impiden el correcto movimiento del animal.
Las prolongaciones óseas se llaman «osteofitos» en las articulaciones de los huesos largos y «picos de loro» en la columna vertebral, su nombre radica en la similitud que tienen con el pico de dichas aves.

La obesidad es una factor importante a la hora de desencadenar y favorecer la aparición de artrosis de tipo secundario. El sobrepeso hace que las articulaciones se deterioren con facilidad. Es conveniente por tanto que en aquellos perros que sufran de artrosis se limite la ingesta de calorías.
No es bueno el ejercicio excesivo pero tampoco el que sean sedentarios, en cada caso conviene estudiar cual es la pauta de paseo más adecuado para cada animal para evitar el anquilosamiento.
La ingesta de protectores de los cartílagos estará indicado en la mayoría de casos para evitar la degeneración más rápida del cartílago articular.
El tratamiento con antinflamatorios deberá estar supervisado, en cualquier caso, por un veterinario competente pues su ingesta puede influir en otros procesos del organismo.

Síntoma: Ictericia o piel amarilla.

La bilirrubina, en contra de lo que dice la canción, no sube cuando nuestra mascota está enamorada. Hay que tener cuidado.

La ictericia es un síntoma, no una enfermedad. Nosotros evidenciamos en nuestra mascota una coloración amarilla de la mucosa oral, ojos, piel y orina debido a una alta concentración de bilirrubina. La bilirrubina es un pigmento que aparece después de la destrucción de glóbulos rojos. Así, podemos hablar de tres mecanismos por los cuales la bilirrubina llegará a evidenciarse en forma de ictericia en un individuo.

1.- La primera sería la producción excesiva de bilirrubina debido a la destrucción masiva de glóbulos rojos, esto puede pasar después de una transfusión de sangre entre individuos de grupos sanguíneos distintos o por la presencia de algunas sustancias hematotóxicas.
2.- La segunda forma es el procesamiento anormal de la bilirrubina por parte del hígado como ocurre en los casos de cirrosis, necrosis hepática o tumores en hígado.
3.- La tercera forma sería cuando hay una incapacidad de eliminar la bilirrubina a través de los conductos biliares que portan la bilis desde la vesícula biliar hasta el intestino. Este impedimento puede ser debido a cálculos en los conductos, tumores que taponan o la rotura de dichos conductos que liberan la bilis al abdomen.

Una vez diagnosticada la causa se puede realizar un tratamiento paliativo o curativo pero en cualquier caso la rapidez de acción es fundamental para evitar males mayores.

¿Porqué es tan importante vacunar a mi gato?

La vacunación en gatos es importantísima, ya que pueden contagiarse de varios virus que son muy graves.

Como ya comentamos en el artículo de la vacunación en perros, vacunar implica que nuestra mascota quede protegida de muchos virus causantes de muchísimas enfermedades, que en la mayoría de casos pueden ser mortales.
Cuando se vacuna a nuestra mascota se produce la estimulación de su sistema inmune para generar anticuerpos o defensas que le protegen de determinadas enfermedades. La vacunación tiene un efecto temporal, y por esto se debe repetir una vez a año durante toda la vida nuestra mascota. Ningún animal que no esté vacunado está libre de de poder contagiarse de algún virus, sobretodo los cachorros y los gatos geriátricos, ya que su inmunidad es mucho más débil. Es importante saber, que aunque nuestra mascota sea mayor o cachorro y aunque no salga de casa, se puede contagiar de algún virus, porque podemos llevarlos en la suela de los zapatos, en las manos… por haber tocado a otro gato, etc…SIEMPRE hay que vacunar, salgan o no a la calle.
El profesional veterinario adecua el protocolo de vacunación dependiendo del tipo de vida que vaya a tener nuestra gato.

¿Con que edad debo vacunar a mi gato?

Lo más recomendable es poner la primera vacuna a los 2 meses de edad, y a ser posible antes de los dos meses hacer una primera visita a su veterinario para que le realice una exploración general, y asi poder ver como se encuentra el gatito de salud, explicar pautas de educación, alimentación, cuidados, etc, para asegurarnos de que va a crecer feliz y sano, y por supuesto comenzar con la pauta de desparasitación interna y externamente, ya que no se puede vacunar sin antes haber desparasitado internamente a nuestra mascota. Tras haber tenido este primer contacto con el veterinario que cuidará de nuestro gato durante su vida, nos explicará la pauta de vacunación dependiendo de la vida que vaya a tener nuestra pequeña mascota, y se concretará cita para aplicar la primera vacuna. Una vez finalizadas todas las vacunas, se deberá repetir durante su vida una vez al año, para prevenir contagios.

¿Que enfermedades son tan peligrosas para nuestro gato?

Panleucopenia felina: Es una enfermedad altamente contagiosa entre felinos. Es un virus muy resistente, capaz de resistir en al ambiente durante un año. La gravedad de esta enfermedad depende mucho del sistema inmune del gato, por esto los casos más graves son en cachorros. Los síntomas son de mucha apatía, fiebre, diarreas hemorrágicas, vómitos, inapetencia, deshidratación muy rápida, que en casos de cachorros puede llegar a ser mortal, anemia, dolor abdominal. La vía de transmisión es la orina, saliva y heces, las cuales llevan una gran carga de virus. En los casos que puedan superar la infección, hay que tener mucha precaución, porque continúan eliminando virus durante varios meses. La vacunación es el único modo de protección contra esta enfermedad, se puede aplicar la primera dosis a los 2 meses de edad.

Calicivirus felino: Esta enfermedad tiene varias sintomatologías, pero la más común se produce en el tracto respiratorio superior; aparecen úlceras en la lengua, paladar y orificios nasales, estomatítis crónica; dependiendo de la cepa, puede llegar a ser mortal.  La via de transmión es la saliva, heces, orina y secreciones nasales, pudiendose transmitir por aire o vía oral. El único medio de medio de protección es la vacunación, a partir de los 2 meses de edad.

Rinotraqueítis infecciosa felina: Es una enfermedad respiratoria  altamente contagiosa entre gatos, y su medio de trasmisión son las secreciones nasales, oculares y la saliva. Esta enfermedad afecta a las vías aéreas superiores, y es muy grave; sus síntomas son: muchos estornudos, excesiva apatía, inapetencia, fiebre alta, y al estar más avanzada: secreción ocular, nasal (mucosidad abundante y espesa), hipersalivación, conjuntivitis, tos, respiración dificultosa. Cuando los gatos tienen sus defesas disminuídas o en cachorros, pueden aparecer úlceras en la boca. Como el resto de enfermedades víricas en el gato, la única protección es la vacunación, pudiendose aplicar la primera dosis a los dos meses de edad.

Leucemia felina: Este virus por desgracia está muy extendido entre gatos que viven en la calle, y es altamente contagioso. Es muy grave, ya que provoca una depresión del sistema inmunitario del gato, pudiendo provocar la muerte. Esta enfermedad puede provocar tumores en diferentes partes del cuerpo Se suele contagiar en muchas ocasiones por mordeduras, ya que su medio de transmisión son los fluidos corporales, especialmente la saliva, orina y heces. Este virus no vive en el exterior del gato, así que debe producirse un estrecho acercamiento entre el animal infectado y el sano para poder producirse el contagio. El virus, aunque el gato en fase inicial lo supere, quedará infectado para el resto de su vida, enfermando y finalmente muriendo. Sus síntomas son variados, como por ejemplo: fiebre, pérdida de peso, inapetencia, inflamación de los ganglios linfáticos, anemia, deslustre del pelaje, enfermedades normales que no consiguen superar, síntomas gastrointestinales, infecciones de la piel y vías respiratorias superiores. Existe tal inmunosupresión que predispone al gato a muchas infecciones. El único remedio para evitar el contagio es la vacunación.

Peritonitis Infecciosa Felina: es una enfermedad infecciosa incurable, y muy grave. Es usual que se encuentre en lugares donde se encuentran muchos gatos. Los gatos más susceptibles son los cachorros, y los gatos adultos sin vacunar. El medio de trasmisión es por inhalación o ingestión, heces, orina, secreciones bucales y nasales; el lamido entre los gatos produce el contagio. La PIF se presenta mediante dos formas clínicas: seca y húmeda. En ambas formas los síntomas son: inapetencia, mucha apatía y fiebre. La húmeda es la más común, y sus síntomas son los anteriores, pero van seguidos de ascitis (líquido en la cavidad abdominal), anemia, y pérdida de peso. En la forma seca, pueden tener dañados algunos órganos, y sus síntomas dependen del órgano afectado; puede ser los riñones (insuficiencia renal), sistema nervioso central (incoordinación, parálisis, etc), ojos. Los gatos más susceptibles son los cachorros, ancianos y gatos adultos sin vacunar. El único modo de evitar esta enfermedad es mediante la vacunación.

Rabia: este virus afecta al sistema nervioso central, y está provocado por un Rabdovirus que se excreta con la saliva de los animales infectados, transmitiéndose por mordeduras o heridas. La rabia se divide en tres fases: el periodo prodrómico, la fase de excitación y la fase paralítica. En la primera fase aparece un cambio brusco del comportamiento, se esconden, están inquietos, deprimidos. En la segunda fase, el comportamiento es más agitado, aparece nervioso, y agresivo, siendo esta fase muy arriesgada, ya que la agresividad la refleja hacia cualquier objeto, persona, etc. Y finalmente la tercera fase, se produce en el gato una parálisis que termina en coma y muerte. Esta enfermedad únicamente se previene mediante la vacunación.

Todas estas enfermedades como acabamos de ver son muy graves para nuestro gato, y NO existen tratamientos para ellas, lo único que tenemos en nuestra mano para evitar que nuestro gato sufra estos virus mortales es mediante la vacunación. Es muy importante vacunar a nuestra mascota, para asegurarle una vida feliz y evitarle muchas complicaciones.

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