Las 10 enfermedades infectocontagiosas más frecuentes de nuestro gato

A continuación voy a describir brevemente las 10 enfermedades infecciosas y parasitarias que afectan con más frecuencia a nuestros gatos.

Infecciosas

1.- Sida felino

Se trata de una enfermedad transmitida por un virus que afecta a gatos domésticos y vagabundos a nivel mundial produciendo un cuadro muy similar al SIDA de los humanos.

Los síntomas más comunes que nos encontramos son: pérdida de apetito, pelaje hirsuto, inflamación de encías, adelgazamiento progresivo y múltiples infecciones oportunistas.

Por desgracia no se dispone de vacuna y el tratamiento consiste en tratar los síntomas secundarios que encontramos por la baja inmunidad de los enfermos.

2.- Leucemia felina

Es junto con el sida, la infección que mas muertes produce entre los gatos de la calle y un gran número de ellos son portadores asintomáticos de la enfermedad. Los síntomas son muy similares a los del sida felino. La buena noticia es que existe una vacuna eficaz para prevenir esta dolencia.

3.-Rinotraqueítis y calicivirus

Estas dos virosis afectan a las vías respiratorias de los gatos. Nos encontramos ante animales deprimidos, febriles, con estornudos y secreciones nasales y oculares y con frecuencia presentan úlceras en la lengua lo que les dificulta la tarea de alimentarse.

4.- Panleucopenia felina

Es un proceso vírico con importante afección del aparato gastrointestinal, empieza con anorexia, depresión y fiebre y termina con fuertes vómitos y diarreas. Sin hospitalización y fluidos intravenosos, normalmente, los gatitos mueren deshidratados.

5.- Peritonitis Infecciosa Felina (PIF)

Se trata de una enfermedad producida por un coronavirus, es muy frecuente en sitios donde hay gran cantidad de gatos como albergues, criaderos… y es rara su aparición en gatos que viven confinados en hogares.

Se suele presentar bajo dos formas distintas: la llamada forma húmeda y la forma seca y los síntomas varían de una forma a la otra. Lo que sí es común es su mala respuesta a tratamientos y su mal pronóstico.

Parasitarias

6.- Pulgas

Las pulgas viven muy cómodas en los gatos por lo que hay que estar siempre pendientes para detectar su presencia en nuestro gato cuanto antes. Las pulgas que parasitan a los gatos también parasitan a los perros e incluso a nosotros. Su picadura produce gran picor y con frecuencia reacciones alérgicas y tengamos en cuenta que también son vehículo de transmisión de algunos parásitos internos.

7.- Piojos

Esta parasitosis es bastante frecuente donde hay hacinamiento de animales y afecta con mayor frecuencia a gatitos jóvenes. Se pueden ver las liendres (huevos de los piojos) pegados en la base de los pelos. Las infestaciones producidas por piojos se llaman pediculosis.

El contagio de un gato a otro es por contacto directo o por el uso compartido de peines, cepillos o toallas.

Cabe destacar que los piojos que afectan a nuestros gatos no son la misma especie que nos parasita a nosotros.

8.- Hongos

“Mi gato tiene tiña”: cuando oímos esto quiere decir que el gato ha contraído una infección por hongos. El desarrollo de esta enfermedad depende mucho del sistema inmunitario, la existencia de parásitos o el mismo stress ya que son factores que pueden desencadenar la enfermedad.

9.- Toxoplasma felino

La toxoplasmosis es una enfermedad producida por un parásito llamado Toxoplasma gondii y puede afectar a todos los animales de sangre caliente incluyéndonos a nosotros.

La importancia del gato radica en que es el único animal en el que el parásito pone sus huevos. La sintomatología de esta enfermedad en nuestros gatos puede ser muy variable desde asintomáticos hasta graves signos neurológicos y muerte.

Es un parásito muy temido por las mujeres embarazadas ya que puede producir abortos y malformaciones fetales.

10.- Parásitos gastrointestinales

Son muy frecuentes en los gatos, hay que tener en cuenta que la inexistencia de signos externos no descarta la presencia de parásitos internos. Es importantísimo realizar un sencillo análisis de una muestra de heces para descartar o confirmar la existencia de estos parásitos.

Cuando nuestro perro se hace mayor

Se considera que un perro es viejo cuando tiene más de 6 años si es una raza grande, o si tiene más de 8 si es una raza pequeña.  Como en todo los mamíferos, nuestro perro manifestará cambios externos e internos de aparición progresiva conforme avance su edad, así, se producirá un alisamiento de la flor de lis de sus incisivos, aparecerán pelos blancos en su hocico, cataratas en sus ojos, artrosis en sus articulaciones, su corazón tenderá a dilatarse, su sentido de la audición y olfato se verán mermados, etc…  También irá manifestando progresivamente una disminución de su vitalidad, ganas de jugar, etc..
Pero de igual forma que se ha alargado en medicina humana la esperanza de vida, se ha conseguido también en medicina veterinaria. Hoy en día disponemos de medios diagnósticos y y tratamientos para alargar la vida a nuestra mascota lo máximo posible, manteniendo su calidad de vida a la vez, ya que pensamos que no es bueno alargar la vida de un paciente si se merma su calidad de vida.
Las recomendaciones que podemos ofrecer a los poseedores de perros viejos se describen en nuestro plan geriátrico:
1- nutrición: alimentaremos a nuestro paciente geriátrico con alimentos bajos en sal y en grasa (alimentos light), especialmente formulados para ellos. Suplementaremos esta dieta con compuestos con condroitín-sulfato para mitigar en lo posible los síntomas de la artrosis.
2- chequeos periódicos: realizaremos anualmente una revisión clínica completa junto con un análisis de sangre, dos radiografías, una ecografía y un electrocardiograma para obtener información de cómo funcionan los sistemas circulatorio, digestivo, respiratorio, endocrino, renal, reproductor y locomotor, que se alteran con el paso de los años.  Este chequeo es económico y rápido, y proporciona una información fundamental para controlar a nuestro paciente geriátrico.
3- higiene: mantendremos una higiene exahustiva de ojos, oidos, glándulas anales, aberturas sexuales, etc…, prestando especial atención a la boca, que no deberá presentar mal aliento, ni gingivitis ni periodontitis, ya que se retrasa considerablemente la vida de nuestra mascota cuando se presentan éstos síntomas, debido a la implicación cardíaca de estas infecciones bucales.
4- medicaciones: recomendamos el uso de vasodilatadores circulatorios suaves a todos nuestros paciente geriátricos, como el karsivan, que hace que llegue más oxígeno a órganos vitales como el cerebro, hígado o riñones.
Además de la insuficiencia cardíaca, periodontitis, artrosis, síndrome nefrótico y otros muchos más, como patología  más frecuentes en nuestro paciente geriátrico tenemos a los tumores o cáncer.
Con el paso de los años, las posibilidades de que nuestro perro manifieste algún tumor aumentan. Tipos de tumores tenemos desde los menos perjudiciales, como las verrugas, hasta los más dañinos como los linfomas. En las perras, destacamos los tumores mamarios, implicados directamente con la vida reproductiva, llegando al 50% de las perras mayores de 7 años.  El veterinario experto sabe perfectamente buscar cualquier indicio de tumor en el paciente geriátrico, y además, disponemos de una serie de medios de diagnóstico que nos facilitan su detección.

Su majestad el gato

SU MAJESTAD EL GATO

He decidido titular así este escrito en honor a Don Carlos Rodríguez: veterinario gran amante de estos felinos y autor del libro “El encantador de gatos”: lectura obligada para todas aquellas personas que se consideren amantes de este majestuoso animal.

Cuantas veces hemos oído a gente decir estas frases…: “No me gustan los gatos, lo arañan todo, son muy independientes, no se pueden enseñar…” son frases que continuamente escuchamos.

Antes de afirmar que no nos gustan habría que conocerlos. Son animales extraordinarios que con su sola presencia a nuestro alrededor nos transmiten tranquilidad y armonía.

Hay que observarlos, ver como se entretienen con sus juegos: Verlos saltar alrededor de una simple pelotita puede ser nuestro mejor momento del día. Hay q mirarlos cuando se acicalan: cuanto esmero ponen en ello y hay que escucharlos cuando ronronean: el misterioso ronroneo que nos transmite tanta paz si conseguimos que lo hagan a nuestro lado.

El problema es que pretendemos que nuestro gato esté siempre a nuestra disposición para querer manejarlo a nuestro antojo: ERROR¡¡¡ es un animal muy inteligente pero al mismo tiempo independiente al que hay que dejar y observar mas que intentar forzar a que se acueste a nuestro regazo si no es lo que le apetece en ese momento. No por eso tenemos que afirmar que son independientes ya que dependen en gran medida de nosotros y buscan nuestra compañía, que no tiene por que ser directa, con frecuencia les sobra con estar en la misma dependencia sintiéndose en compañía.

Aprendamos a tener como animal de compañía a un gato: ¡Es una mascota ideal!, no precisa de paseos, es muy limpia en cuanto a sus necesidades y es feliz en una casa sin precisar de grandes mansiones. Sólo tenemos que proporcionar alimento y muy pocas cosas más para poder disfrutar de todos los beneficios que nos transmite su sola presencia.

Antes de hacer afirmaciones rotundas (“No me gustan los gatos”), habría que conocer a estas pequeñas mascotas y dejarlas entrar hasta lo mas hondo de nuestro corazón.

Gran amigo de juegos, gran compañero y mágico animal, mi querido gato, incomparable gato: no tengo mas remedio que rendirme ante ti: SU MAJESTAD EL GATO.

El ciclo sexual de la perra

Ciclo reproductivo de la perra.

El objetivo de este pequeño artículo es dar unas pequeñas nociones para la mejor comprensión de la fisiología reproductiva de la perra.

Empezaremos diciendo que la pubertad es la aparicion de la actividad cíclica sexual y tiene lugar entre los 6 y los 18 meses de edad variando según las razas, siendo la media de unos 8 meses. Las razas de pequeño tamaño presentan una pubertad mas precoz (tienen el primer celo antes que las perras grandes).

El ciclo sexual de la perra es en comparación con el resto de los animales domésticos único en muchos aspectos ya que el tiempo que transcurre entre los periodos de celo (5-7 meses) es muy largo en proporción al tiempo de gestación (63 dias) y la ovulación de produce una sóla vez (pero en varios días) por celo. Los periodos entre celos de una perra pueden variar entre 5-12 meses sin razón patológica (aunque lo más normal es que sea de 6 meses), siendo lo importante la regularidad entre los ciclos en una misma perra.

El ciclo sexual se divide en 4 etapas:

PROESTRO: tiene una duración media de 3-15 dias. Las manifestaciones externas son aumento del volumen de la vulva, pérdidas sanguíneas vulvares y atracción de los machos. En esta fase la perra no admite la monta del macho.

ESTRO: popularmente conocido como periodo de CELO. Tiene una duración de 3 a 10 dias. La vulva está edémica, hay una reducción de las pérdidas vulvares y gran atracción de los machos: es en este momento cuando se produce la ovulación, monta del macho y gestación.

METAESTRO ( de 110 a 140 dias): este periodo comprende la gestación, parto y lactación si se produjo fecundación y la regresión a la normalidad de los tejidos si no se produjo.

ANOESTRO (de 150 a 250 dias): ahora no hay signos exteriores y es el periodo ideal para realizar toda clase de intervenciones ( ovariectomia, ligadura de trompas…..).

Así pues, la ovulación tiene lugar durante el periodo de celo y se trata de una ovulación espontánea por lo que para progamar una gestación deseada hay que sincronizar a la perfección el momento óptimo de la perra teniendo en cuenta que la aceptación del macho no nos indica obligatoriamente el momento de la ovulación coincidiendo así sólo en un 80% de los casos. Con mayor frecuencia es entre el dia 10 y 14 del comienzo del celo, aunque en menos de 1 minuto se puede confirmar con un frotis vaginal.

En algunas ocasiones, y a pesar de estar en celo, la perra rechaza a su pretendiente, incluso por motivos psicológicos, «ya que no le gusta el novio». Es en este caso y en otros, como dificultades físicas de monta, machos demasiados grandes, etc… cuando está indicada la INSEMINACIÓN ARTIFICIAL, que es una técnica muy sencilla y rápida y se realiza con casi el 100% de efectividad. En esta técnica, en la clínica se procede a la masturbación del macho y obtención del semen, que previo estudio, se «inyecta» en el canal reproductivo de la hembra, utilizando una sonda. A los 21 días se puede confirmar la gestación mediante la realización de una ecografía, e incluso antes, mediante un análisis de sangre.

El semen obtenido se puede fraccionar en pequeñas dosis y congelar con nitrógeno líquido, obteniendo un banco de semen congelado.

A veces es necesario inhibir temporalmente la aparición del celo mediante la utilización de pastillas (no recomendable) o una inyección cada 6 meses. Y en otras ocasiones está recomendado inhibir para siempre el celo (castración) mediante la realización de una ovariectomía (extirpación de los ovarios). Si se desea que la perra tenga su ciclo sexual normal, sea montada cuando esté en celo y no se quede preñada, se le puede realizar una ligadura de trompas o una histerectomía (extirpación del útero).