Alteraciones en el ojo de nuestra mascota.

El ojo es un órgano muy delicado que hay que cuidar con esmero.

Los ojos son los órganos de la visión y su función consiste en transformar los cambios de luz en impulsos nerviosos. Como tal, los ojos son unos órganos muy sensibles y hay que cuidarlos bien para evitar daños irreparables. Nuestras mascotas pueden sufrir de procesos similares a los que padecemos nosotros. Así es posible que un perro diabético pueda quedarse ciego debido a la aparición de unas cataratas o que un gato presente una úlcera corneal después de pelearse con otro gato o debido a un jabón inadecuado para el baño que le entra en los ojos, produciendo una úlcera corneal química.

A continuación os describo las alteraciones más frecuente, sin orden de importancia, que encontramos en el día a día en nuestras pequeñas mascotas.

1.-Cataratas: Se define como tal a la opacidad progresiva del cristalino, parcial o total. Las cataratas se pueden clasificar en genéticas y ambientales según haya predisposición o no a padecerlas. Dentro de las ambientales encontramos aquellas que son producidas por enfermedades como la diabetes o aquellas producidas por un traumatismo en el ojo. Las más comunes en cualquier caso son las seniles.

2.-Conjuntivitis: Es la inflamación de la  membrana mucosa que recubre el interior de los párpados y que se extiende a la parte anterior del globo ocular.  Se aprecia enrojecimiento en el globo ocular y aumento en la producción de lágrimas, además de fotofobia en mayor o menor grado (cierran los párpados) en cualquiera de los casos y según si el origen es vírico, bacteriano, alérgico o por cuerpo extraño los síntomas aumentarán con la aparición de  legañas, aumento de los ganglios linfáticos y/o prurito.

3.-Úlcera de cornea: La córnea es la parte trasparente y más frontal del ojo. Una erosión en dicha capa puede producirse por infecciones (como en el caso del virus del Herpes felino o del Moquillo canino, por infecciones bacterianas o de hongos también) , por falta de lágrima (debido a falta de lágrima por defecto en las glándulas lacrimales o por alteración de los nervios faciales) o por traumatismos (roce continuo de los pelos de la cara o pestañas mal posicionadas, arañazos o golpes y por cuerpos extraños).  Una quemadura química (como un champú inadecuado) también puede provocar una lesión ulcerosa en la córnea. Las úlceras son dolorosas y hacen que nuestra mascota cierre el ojo de forma casi continua.

Mediante la tinción con fluoresceína se puede distinguir su presencia pues a veces pueden pasar desapercibidas. La fluoresceína es un colorante naranja que en contacto con el agua se vuelve verde. Allí donde quede una mancha verde en el ojo sabremos que hay una úlcera pues eso quiere decir que el colorante ha atravesado la capa superficial de la córnea (sin agua) y ha entrado en la segunda capa corneal (hidratada).

4.-Prolapso de la glándula lacrimal del tercer párpado: Se aprecia la aparición de una masa rosada y redondeada (la glándula lacrimal) por detrás del tercer párpado en el canto medial del ojo, no es dolorosa pero si irritante y normalmente es bilateral, una vez que aparece en un ojo es muy fácil, que tarde o temprano, aparezca en el otro. Es mucho más frecuente en perros que en gatos. Normalmente se realiza una cirugía para restituir esta glándula de nuevo en su sitio pues así mantenemos el riego lacrimal que esta glándula provee, que suele rondar el 50% del total.

5.-Prolapso del globo ocular: En algunas razas de perros braquiocefálicos (chatos) puede llegar a ocurrir que algún ojo se salga de la cavidad ocular con relativa facilidad, son los perros que denominamos de ojos saltones. Un golpe en el suelo al bajar del sofá o una pelea con otro perro pueden provocarlo. En razas que no son chapas o en gatos es mucho más difícil que esto ocurra. El trauma tiene que ser mayor. Cuando un gato o un perro que no es chato presenta un ojo algo más abultado podemos sospechar de varias patologías entre ellas una masa detrás del ojo que le empuja hacia delante.

6.-Presencia de cuerpo extraño: En ocasiones alguna espiga se mete entre el globo ocular y el párpado o en el interior del párpado de nuestra mascota provocando una inflamación e incluso infección fuerte que no para si no sacamos de ahí esa espiga. Aunque encontrarnos una espiga es lo más frecuente también podemos hallar piedras, trozos de hojas o ramas y en casos en que intervienen indeseables en la provocación del daño encontramos incluso perdigones.

7.-El ojo seco: Se corresponde con una inflamación de la córnea y la conjuntiva a la vez y es debida, normalmente, a la baja producción de lágrima en los ojos. Esta falta de lágrima provoca que el ojo esté enrojecido, la córnea se vea mate y normalmente se acompaña de legañas mucosas y verdosas. Hay razas con predisposición a padecer este proceso como son Westy, Cocker, Bulldog, Shit tzu, Pastor Alemán, Yorkshire y Pequinés entre otras. Pero también hay  enfermedades que pueden favorecer este proceso como son; problemas hormonales tales como el hipotiroidismo,  el hiperadrenocorticismo y la diabetes;  enfermedades autoinmunes y alérgicas; enfermedades víricas como el moquillo y alteraciones nerviosas del nervio facial entre otras. También  puede favorecerlo el hecho de quitar la glándula del tercer párpado cuando existe prolapso de la misma.

¿ tiene su loro todo lo que necesita ? (parte 1 de 3)

Las psitácidas, grupo de aves que comprende en general a todos los loros, periquitos, guacamayos, agapornis, etc.., son unas de las mascotas que están desplazando a los perros y gatos de los hogares, debido sobre todo a que requieren menor tiempo de atención por parte de sus propietarios y a sus escasos gastos de manutención.
Hay unos requisitos mínimos que el propietario de estas mascotas debe conocer. La mejor forma de cuidarles consiste en imitar su hábitat en la naturaleza. El 90% de las enfermedades que presentan se deben a los malos cuidados de sus propietarios, sobre todo en cuanto a su alimentación y a las condiciones psicológicas a las que están sometidos en la jaula.
A modo de resumen, se deben tener en cuenta los siguientes puntos:

Documentación. En el momento de la compra de cualquier psitácida tendrán que adjuntarle la factura oficial con el número de CITES y tendrá que guardarla durante toda la vida del animal. Es como su DNI y este código demuestra que ha sido adquirida legalmente, ya que la mayoría de especies están protegidas y tienen su comercio sometido a la legislación internacional de tráfico de especies protegidas.
Es muy recomendable implantarle un microchip, que se realiza con tan sólo una inyección, ya que a pesar de que lleve anilla, ya sea abierta o cerrada (en este caso se demuestra que ha sido criada en cautividad) puede ser retirada en caso de sustracción y no podremos demostrar la propiedad. Cualquier loro que no tenga su CITES se considera ilegal, pudiendo ser requisado por las autoridades en cualquier momento.

Alimentación.  Además de las clásicas semillas de maiz, trigo, pipas de girasol, etc.. deberá aportarle frutas y verduras diariamente, tales como zanahoria cruda (para acostumbrarle intente ponerle zanahoria rallada los primeros días) y manzana o pera. Son muy frecuentes las sinusitis y otras enfermedades derivadas de la alimentación sólo con semillas, debido a que éstas son deficitarias en vitaminas, sobre todo en vitamina A.
Es recomendable colocarle las semillas de forma que el cueste algo conseguirlas (imitando así a su comportamiento en la naturaleza), colocándolas dentro de alguna malla o red metálica o de cuerda.
La mixtura de semillas es mejor que la adquiera en envase cerrado, debido a que las semillas expuestas en las tiendas a granel son manoseadas frecuentemente  por el público y pueden ser vehículo de agentes infecciosos.
Se le debe ofrecer una vez a la semana frutas desecadas, y mensualmente se le puede ofrecer algún premio, tal como barritas de miel o frutas.
Debe controlar el sobrepeso, sobre todo si le suministra demasiados premios o demasiadas semillas grasas tales como las pipas de girasol o cacahuetes. Es frecuente encontrarnos con loros obesos. No se le deberá dar aguacate ni cebolla puesto que son tóxicas.
De vez en cuando se le debe ofrecer zumo de frutas (no cítricos) con una cuchara o jeringa, ya que es una fuente extra de vitaminas y además lo tomará como un juego. No se les debe dar queso, macarrones, pizza, hamburguesa y numerosos alimentos humanos: le acortarán la vida. Por ejemplo, un poco de chocolate puede matar a nuestro loro en cuestión de minutos.  Existen alimentos en forma de croqueta (parecida a las de perros y gatos) que contienen todo lo que nuestro loro necesita, pero aún así, es necesario suministrarles frutas a diario.

Agua de bebida. Deberá cambiársela a diario, teniéndola siempre limpia. No medique el agua con vitaminas ni con antibióticos si no es estrictamente necesario. Debe evitar que el bebedero se ensucie con las deyecciones, colocándolo alejado de la percha.

Hábitat. La jaula debe ser lo suficientemente grande para que no se roce cuando estira las alas. No deberá colocarla en sitio excesivamente soleado, ni en corrientes de aire. Debe evitar la calefacción y el aire acondicionado. Nunca la coloque en la cocina o donde se emitan vapores tóxicos. Son bastante sensibles al humo del tabaco. Les alegra tener adornada la jaula con ramas o incluso hojas, ya que así se encuentran casi en su ambiente natural. Es recomendable dejarles salir de la jaula varias veces al día, ya que así estimulamos sus instintos naturales y evitamos problemas de comportamiento, tales como depresiones o picaje. No permita que pique o “chupe” objetos metálicos de adorno: son muy frecuentes las intoxicaciones por plomo, zinc y otros metales pesados. Es muy bueno que tomen el sol algunos minutos al día, no a través de un cristal, sino directamente.

Higiene de plumas. Una vez al día le colocará una bañera con agua (incluso en invierno) para que se bañe, retirándosela a los 20 minutos. Se le pueden recortar las plumas secundarias de un ala con el fin de no permitir el vuelo, práctica muy usual para loros que pasan la mayoría del tiempo fuera de la jaula, aunque no es recomendable, ya que una de las bellezas de estos animales es verlos volar.

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