Falta poco para que lleguen las espigas como todos los años.

Las espigas son un riesgo para todos los perros, en general, pero más para aquellos con pelo enmarañado y las orejas caídas.

Con la llegada de la primavera el número de plantas que florecen es mayor que en otras estaciones. Las gramíneas (entre ellas los cereales) aunque en las zonas de clima templado pueden estar verdes y florecer casi todo el año, es en la época de primavera cuando mayor es su desarrollo, máxime si antes han caído unas buenas lluvias. Pasada la efervescencia de la primavera y con la llegada del verano las plantas anuales se agostan, secan y mueren dejando antes un reguero de semillas que en el caso de las gramíneas se realiza en una espiga que presenta multitud de semillas con forma característica de flecha.

El problema aparece cuando los perros y gatos domésticos comienzan a deambular, gracias al buen tiempo, por zonas de descampados o el campo y estas espigas se introducen en sus conductos auditivos, entre el ojo y el párpado, en la zona de la vagina, entre los dedos y un largo etcétera de sitios que incluyen todos aquellos en los que la espiga queda prisionera y comienza su introducción en la piel, debido a la forma de flecha que presenta.

Si la zona de presentación está bien depilada o las orejas están levantadas la víctima podrá lamerse hasta sacar la espiga o sacudir la cabeza hasta que salga. Si es un perro con el pelo muy enredado en la zona interdigital o presenta orejas caídas el problema será mayor, no podrá eliminar el la espiga por sus medios y su permanencia puede provocar abscesos y otitis.

Una buena higiene del pelo, la observación de las orejas cada vez que regresa del campo y la limitación de los paseos a zonas limpias de vegetación son medidas fáciles de tomar y que ayudarán a que este cuadro se presente menos veces de las impuestas por la ley de la naturaleza.

OTITIS por presencia de cuerpo extraño: ESPIGA de gramínea.

Orejas calientes.

La higiene previene, en nuestras mascotas, de muchas enfermedades.

En ocasiones apreciamos que nuestro perro, o gato,  presenta las orejas calientes y enrojecidas. A veces, acompañado de sacudidas de las orejas o rascado con las patas de atrás. Y después de inspeccionarlas hay veces que no apreciamos que tenga supuración como ocurre con las otitis, que explicaría ese enrojecimiento y calor.

En estas ocasiones, es muy fácil que estemos ante un individuo que presente una alergia. Siendo, esas orejas calientes y enrojecidas, el primer o único signo que veremos. Existen otros signos de alergia como son el rascado de la piel del tronco, el lamido de los dedos o la aparición de habones por el cuerpo, que también podrían ir apareciendo.

Hay que controlar la higiene de los oídos de nuestras mascotas pues a veces son signo de otras enfermedades.

¿MI MASCOTA TIENE OTITIS?

Detectar otitis en nuestra mascota es sencillo y es importante detectarlo al inicio para evitar problemas más importantes.

Se denomina OTITIS la inflamación de los oídos, independientemente la causa que lo produzca. Según la parte del oído que se vea afectada la otitis será externa, media o interna. Es un problema muy frecuente en los animales por la forma de su conducto auditivo. Hay animales que son más susceptibles a sufrir otitis por varios motivos, como por ejemplo: la humedad ambiental, tanto en exceso como en defecto es complicada, los baños muy frecuentes también son una causa importante, las orejas caídas por no tener la suficiente ventilación son proclives a generar otitis, en las razas como Cocker, Beagle, etc, se produce también por procesos que producen oclusión, como pólipos, etc.

Que agentes causan otitis?

  • Cuerpos extraños y traumatismos: los cuerpos extraños pueden producir otitis; trozos de madera, tras una pelea, semillas, y las más frecuentes son las espigas.
  • Parásitos: El responsable es el ácaro denominado Otodectes cynotis. Las otitis producidas por este ácaro son muy frecuentes en gatos, aunque también pueden aparecer en perros.
  • Alergias: Si nuestra mascota es alérgica, es muy común que tenga problemas de otitis.
  • Bacterias.
  • Alguna enfermedad de origen que sea causante de la otitis.
  • Levaduras: hongos, denominado Malassezia.

Si la otitis externa no se trata y avanza, puede provocar la rotura del tímpano llegando a producir una otitis media o interna.

¿Como sé si mi mascota tiene otitis?

Podemos sospechar que nuestra mascota está sufriendo otitis si vemos alguno de estos síntomas, o varios de ellos:

  • Si vemos que sacude la cabeza con frecuencia.
  • Si se rasca las orejas más de lo normal.
  • Si frota la cabeza por todos los sitios (cama, alfombra, etc) de una forma muy repetitiva.
  • Si percibimos que alguno de sus oídos o ambos huele fuerte y mal.
  • Si vemos los oídos sucios, como un cerumen oscuro.
  • Si le tocamos cerca de las orejas y se queja.
  • Si vemos que va con la cabeza ladeada.

Si su mascota presenta alguno de estos síntomas, debe acudir a su veterinario, para que examine sus oídos con un otoscopio, ya que de lo contrario empeoraría llegando a provocar una enfermedad mucho más complicada de tratar, como perforación timpánica, cronificación de otitis, etc. Generalmente para poder realizar bien la exploración es necesario sedar al animal, porque la manipulación y la inserción del otoscopio en el pabellón auricular cuando hay inflamación es muy doloroso.

¿Como puedo prevenir la aparición de la otitis?

En primer lugar se previene con el examen que el veterinario le realice en las revisiones regulares. Y en casa con mucha precaución y cuidado porque los oídos son muy delicados, podemos limpiar el oído externo (la oreja) con una gasa o un poco de algodón mojado en suero fisiológico o con productos limpiadores destinados para este fin; se aplica la solución limpiadora hasta que rebose realizando un pequeño masaje en la base de la oreja durante unos minutos y después dejamos que sacuda la cabeza para eliminar los detritos, una vez se sacuda limpiamos con una gasa seca o algodón seco el oído externo (oreja) dejándolo bien seco, no limpiar en profundidad, eso debe hacerlo el veterinario, porque se puede dañar el oído medio y perforar la membrana timpánica; lo más indicado para hacerlo correctamente es que el veterinario nos explique la forma de realizarlo y la frecuencia para mantenerlos sanos.

Los oídos saludables tienen un conducto auditivo color rosado, no desprende mal olor y el animal no se rasca las orejas frecuentemente ni sacude la cabeza.

Es importante observar los oídos de nuestra mascota con regularidad para poder detectar a tiempo cualquier inflamación.