Hay alimentos muy sabrosos que nosotros los comemos habitualmente, pero que por su composición son muy peligrosos para nuestro perro o gato.
UVAS Y PASAS: Son muy peligrosas y tan sólo con ingerir una pequeña cantidad, si el animal es pequeño, tiene efectos muy dañinos, pudiendo causar daño hepático e insuficiencia renal. Si nuestra mascota se ha intoxicado, presentará síntomas como: diarrea, vómitos, apatía y letargia, dolor en abdomen, polidipsia (bebe mucho). Si esto ocurre, deben acudir al veterinario para que le aplique un tratamiento cuanto antes.
CHOCOLATE: Es un alimento que dependiendo de la pureza que posea, y de la cantidad que nuestro perro o gato ingiera según su peso, tendrá consecuencias más o menos graves, pudiendo llegar a afectar al Sistema Nervioso Central, pulmones, riñones y corazón. El componente que hace tan peligroso al chocolate es una metilxantina denominada TEOBROMINA, que según el tipo de chocolate su concentración varía, por ejemplo: el chocolate en polvo, el chocolate negro, o el chocolate de repostería son los que mayor concentración de Teobromina contienen, siendo los más peligrosos. Cuando nuestra mascota ingiere chocolate, los niveles de Teobromina en la sangre persisten entre 14 y 20 horas, y para el hígado supone un gran trabajo conseguir eliminarla por completo. Es muy peligroso. Si nuestra mascota ingiere chocolate en una cantidad considerable (80-100 gramos por kilo corporal), no dude el llevarlo deprisa al veterinario, porque sin tratamiento está en peligro la vida de nuestro perro o gato, siendo los síntomas: vómitos, jadeo, diarrea, temblores musculares, incontinencia urinaria, nerviosismo. Estos síntomas aparecen normalmente a las cuatro o cinco horas después de que haya ingerido el chocolate. Normalmente cuando hay descoordinación motora, el pronóstico suele ser muy malo, provocando normalmente la muerte del animal.
NUECES: Son TÓXICAS para los perros. Esto ocurre por su gran contenido en Fósforo, lo cual puede provocar cálculos en la vesícula. Son tóxicas las diferentes variedades de nueces, como también las nueces de macadamia.
CEBOLLA Y AJO: La creencia de muchas personas de que la cebolla o el ajo eliminan los parásitos NO es cierta. El causante de la toxicidad de estos alimentos que generalmente creemos que son sanos para nuestras mascotas, se llama N-PROPIL DISULFIDA. Administrado de forma regular o en una única toma pero en grandes cantidades, provoca ANEMIA HEMOLÍTICA (anemia de HEINZ), es decir, que destruye los glóbulos rojos y esto es muy grave, ya que provoca la falta de oxigenación al cerebro y a los órganos vitales. Sus síntomas no aparecen inmediatamente, si no que se manifiestan pasados unos 5 días aproximadamente. Los síntomas son: vómitos, diarrea, apatía y depresión, inapetencia, fiebre, dificultad respiratoria, color de mucosas pálidas o ictericia (mucosas amarillas), oscurecimiento del color de la orina. En el caso de que observemos alguno de estos síntomas, tras haber ingerido cebolla o ajo, acudir urgentemente al veterinario para que le administre tratamiento, ya que cuanto más tiempo pase, más complicado será poner solución.
AGUACATE: En general los alimentos ricos en grasas NO son saludables para nuestras mascotas, ya que puede provocar problemas digestivos, pancreatítis, diabetes mellitus, hipotiroidismo, enfermedad hepática.
ALIMENTOS SALADOS: (jamón serrano, embutido, etc). Su peligrosidad es debida al elevado contenido de sal, y por el exceso de grasas. Esto en un perro provoca problemas gastrointestinales y pancreatitis. Y en los gatos provoca problemas renales.
HUESOS Y ESPINAS: Los huesos cocidos son muy peligrosos para nuestras mascotas. Aunque muchas personas piensan que “toda la vida se le ha dado huesos a los perros…y no pasaba nada”… la frase típica, los huesos cocidos son los responsables de que a diario tengan que pasar nuestras mascotas por el quirófano, porque al ingerirlos hay mucha probabilidad de que queden atrapados en el tracto intestinal, boca o tráquea. Todos son muy peligrosos, pero los de ave y conejo son más problemáticos, porque se astillan con más facilidad. Igualmente las espinas del pescado producen los mismos problemas. Si queremos que nuestro perro mastique alimento duro, en el mercado existen huesos y otros complementos preparados para este fin.
LECHE: La leche contiene lactosa, y nuestra mascota no posee las enzimas necesarias para descomponer la lactosa, lo cual le provoca diarrea, problemas gastrointestinales, vómitos. Si queremos darle a nuestra mascota algún lácteo, la mejor alternativa es el Kéfir, o la leche ya preparada especialmente para ellos; seguro que le encantará, y es mucho más saludable.
TODOS ESTOS ALIMENTOS pueden ocasionar problemas muy graves en el organismo de nuestra mascota. Si alguna vez nuestra mascota ingiere alguno de estos alimentos, llévela al veterinario lo antes posible, ya que en estos casos el tiempo es fundamental.